viernes, 30 de noviembre de 2007

Blog sobre CFDs

Después del manual básico sobre CFDs puede que os hayan entrado ganas de saber más sobre estos derivados. Para ello os recomiendo que visitéis este blog sobre CFDs de la comunidad Rankia.

En el encontraréis explicaciones y ejemplos de como funcionan los Contratos por Diferencias y consejos de inversión. Espero que os sea útil.

Además os dejo una variada lista de enlaces muy interesante:

Invertir en Valor
Alfonso Ballesteros
Inteligencia Financiera
En busca del valor
GurusBlog
Canguro Rico
Fresh Family Office
Blog Dinero

jueves, 29 de noviembre de 2007

Contratos por diferencias, CFDs

Después de leer los comentarios de esta entrada en Futuro-Millonario acerca de los CFDs, me entró curiosidad y buscando por la red encontré un manual básico, pero muy completo, escrito por Juan Luis Morente Escobar. Aquí lo tenéis:


Manual Básico de Contratos por Diferencias (CFDs)

NATURALEZA DE LOS CONTRATOS POR DIFERENCIAS.

Los Contratos por Diferencias o CFDs (contract for differences, por sus siglas en inglés), son operaciones financieras llevadas a cabo sobre acciones o índices bursátiles en los que la liquidación de los mismos se realiza por la diferencia entre el precio de compra y el de venta, y todo ello, además, sin necesidad de llevar a cabo la entrega física del activo subyacente (títulos físicos o índices). Las dos partes acuerdan intercambiar la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un activo financiero.

En realidad, el contrato por diferencia (CFD) no es más que un contrato entre el inversor y una entidad financiera (normalmente un broker o banco emisor) por el que esta compra los títulos en Bolsa y financia la adquisición, de modo que el inversor sólo tiene que adelantar una pequeña parte de la inversión total. El contrato por diferencia (CFD) se liquida cuando el inversor lo desee, obteniendo este último como beneficio la diferencia entre el precio de compra y el de venta, igual que si hubiese comprado directamente las acciones. En el caso de posiciones bajistas, el sistema es idéntico pero lo que hace en este caso la entidad financiera es vender las acciones para luego recomprarlas.

Ejemplo de operativa:
Queremos invertir en 1.000 acciones de BBVA a 10 euros cada acción. Para ello abrimos un contrato con el broker, que es el que compra los títulos. Nosotros como inversor no tenemos que desembolsar los 10.000 euros que cuesta la operación en Bolsa, sino tan solo un porcentaje que oscila de un 4%, si la operación es intradía, a un 10%, si la operación queda abierta a final de sesión. Es decir, estaríamos hablando de que, ante una inversión real de 10.000 euros, tan sólo deberíamos desembolsar la suma de 400 o 1.000 euros, lo que supone un apalancamiento financiero semejante al del futuro sobre el índice del Ibex 35.

Siguiendo con el ejemplo anterior, si las acciones de BBVA suben a 10,10 euros y el inversor desea liquidar su contrato por diferencias (CFDs), dará orden al broker que venderá la 1.000 acciones de BBVA. El beneficio obtenido por el inversor será la diferencia con el precio de compra, es decir, 0,10 euros X 1.000 acciones = 100 euros. Esto supone una rentabilidad del 10% sobre la cantidad real desembolsada por el inversor en concepto de garantía en el supuesto de que la inversión se hubiese mantenido abierta durante más de una sesión bursátil, llegando a ser el beneficio de un 25 % en el supuesto de que la operación hubiera sido intradía.

Los contratos por diferencias (CFDs) fueron creados ya hace años por los hedge funds, habiéndose generalizado su uso entre los inversores europeos. A modo de ejemplo, decir que los contratos por diferencias suponen aproximadamente el 35% del volumen de contratación de la Bolsa de Londres, estando ampliamente extendido su uso entre los inversores minoristas de dicho país.


CLASES DE CONTRATOS POR DIFERENCIAS (CFDs).

Existen dos clases o tipos de contratos por diferencias, a saber: los Contratos por Diferencias (CFDs) en los que el emisor, banco o broker, fija una horquilla de contratación y los Contratos por Diferencias (CFDs) con acceso directo al mercado de valores.

En los primeros, la entidad emisora, broker o entidad financiera, fija la horquilla de precios de compra-venta y el trader, si quiere invertir en los mismos tiene que aceptar las condiciones de la emisión. En este supuesto desaparece el margen del mercado y tan solo existe un precio de oferta y un precio de demanda con un diferencial entre ambos siempre superior al de la Bolsa. La entidad emisora obtiene así su beneficio del diferencial entre el precio de su horquilla y el precio real del Mercado Bursátil.

Normalmente, en este tipo de contrato por diferencia con horquilla de contratación el inversor suele pagar más que en la Bolsa si quiere comprar, y obtiene menos si quiere vender (este tipo de CFDs suelen tener una horquilla de 4 céntimos por acción con respecto a su precio real en Bolsa). Suele ocurrir en tal caso que las entidades emisoras y/o brokers que ofrecen este tipo de activo publicitan su producto, de una manera un tanto engañosa, diciendo que no cobran comisiones, cuando lo más cierto es que su beneficio lo obtienen mediante las horquillas de compra-venta que siempre son peores que la que ofrece el mercado.

Para evitar todos estos inconvenientes y dotar de mayor transparencia a este producto financiero, se crearon los Contratos por Diferencias (CFDs) con acceso directo al mercado de valores. La diferencia con aquellos está en que una operación de estos provoca una operación real en la Bolsa y la profundidad de mercado que se utiliza para contratar es la misma que en la operativa de acciones. Cuando compramos un Contrato por Diferencias, este irá directamente al mercado de valores a nombre de la entidad emisora, la cual convierte la operación en liquidaciones por diferencias (es decir, empieza a liquidar al inversor las diferencias de cotización, de manera diaria a cierre de sesión).

Por último señalar que en España todos los contratos por diferencias lo son con acceso directo al mercado de valores.


COMPARATIVA CON OTROS PRODUCTOS BURSÁTILES.

Los Contratos por Diferencias (CFDs) no son futuros, ni warrants ni tampoco opciones, no obstante comparten alguna de las características de aquellos.

Con los futuros, los warrants y las opciones comparten su alto grado de apalancamiento financiero, la posibilidad de apertura de posiciones cortas y la liquidación diaria de las operaciones. Sin embargo son productos más líquidos que aquellos y están exentos de vencimiento.

Asimismo es un producto más líquido que la inversión en acciones con crédito al mercado. La garantía que se exige a los CFDs (4 % o 10 % según se trate de inversiones intradía o no) es menor que la que se exige a la venta a crédito de acciones .

Asimismo, juega en su favor la menor cuantía de las comisiones de los CFDs frente a la inversión en acciones con crédito al mercado.

Son tan evidentes, por último, sus múltiples ventajas ante la compra de acciones al contado, al conjugar las ventajas de la compra de acciones con las ventajas de los futuros, que por alguno de los medios de comunicación especializados ya se está hablando de toda una revolución bursátil en el mundo de la inversión minorista en España.


VENTAJAS DE LOS CONTRATOS POR DIFERENCIAS (CFDs).


. Apalancamiento financiero.

e denomina apalancamiento a la posibilidad de financiar determinadas compras de activos sin la necesidad de contar con el dinero de la operación en el momento presente.

Es decir, en el presente caso, con los Contratos por Diferencias (CFDs) podemos hacer la misma inversión en acciones con menos capital del que necesitaríamos para hacer la misma operación en la Bolsa. En efecto, para operar con Contratos por Diferencias (CFDs) no es necesario desembolsar el valor íntegro de las acciones que se están comprando o vendiendo , sino tan solo depositar el importe exigido como garantía. Dicha garantía asciende a un 10% del valor efectivo de la operación cuando la posición queda abierta a final de sesión. Si la posición se cierra antes de fin de sesión la garantía suele oscilar entre el 4 o 5% del valor efectivo de la operación.

A modo de ejemplo vamos a comparar una operación de compra de 100 acciones del BBVA comprando acciones o contratando Contratos por Diferencias (CFDs). En el presente supuesto, hemos comprado en el día de hoy a 10 euros y dentro de varios días vendemos dichas acciones a 12 euros.

Con acciones Con CFDs

Precio de compra 10 euros 10euros

Precio de venta 12 euros 12 euros

Ganancia 2x100 acciones = 200 euros 2x 100 CDFs= 200 euros

Inversión inicial 10x 100 acciones = 2000 euros 10x 100x 10% garantía = 200 euros.

Rentabilidad sobre inversión 20% 200%.

De dicho supuesto podemos comprobar como gracias al efecto de apalancamiento financiero de los Contratos por Diferencias (CFDs) hemos obtenido una rentabilidad diez veces mayor con este activo que si hubiésemos efectuado la compra del mismo número de acciones. Por eso podemos afirmar que hemos obtenido una ratio de apalancamiento financiero de 10 a 1, es decir, con una inversión diez veces menor, hemos obtenido un mismo beneficio que con la compra al contado.

Al comprar Contratos por Diferencias (CFDs), como se produce una operación real en el Mercado Bursátil, el emisor del CFDs está pagando a la Bolsa el importe íntegro de la compra de acciones y, en el mismo momento en el que se lleva a cabo la operación, emite un contrato de CFDs a favor del inversor y comienza a liquidarle diariamente las diferencias en su cuenta. Si el inversor mantiene su posición comprada al cierre de la sesión, como la liquidación es diaria (es decir, que al cierre de cada sesión se le abonarán o cargarán en su cuenta los beneficios o pérdidas de su inversión), el emisor le imputará una comisión equivalente al tipo [Euribor (12meses) + 1.75%] / 365 días sobre el valor total de la posición comprada a fin de sesión. Es decir, en las posiciones largas (compradas) el broker carga al inversor el coste financiero de la operación.


. Posibilidad de abrir posiciones cortas.

Para la gran mayoría de los inversores de nuestro país, acostumbrados a invertir únicamente en acciones, la única posibilidad de obtener rentabilidad a su inversión es mediante compras de acciones esperando que su precio suba. Sin embargo, al igual que ocurre con los futuros, con los Contratos por Diferencias (CFDs) también podemos invertir a la baja. Es decir, este producto nos permite invertir tanto si la Bolsa sube como si baja, mediante la apertura de lo que se denominan posiciones largas y posiciones cortas.

Se denomina posición larga a la compra de un activo (acción o contrato de futuro) a

la espera de que su cotización suba y realicemos el beneficio entre el precio de compra y el precio final de venta.

Denominamos por el contrario posición corta, a la venta de un activo (acción o contrato de futuro) a la espera de que su cotización baje y realicemos el beneficio entre el precio de venta y el precio final de recompra. Es decir, nosotros estamos vendiendo una acción o futuro, aún sin haberlo comprado antes y, para cerrar esa posición abierta, recompramos posteriormente esos mismos activos. Si en el ínterin el precio ha bajado, ganaremos la diferencia entre el precio en el que vendimos y el precio en el que recompramos.

Este tipo de operación podemos llevarla a cabo con Contratos por Diferencias (CFDs), pudiéndose obtener beneficios tanto de los mercados alcistas como de los mercados bajistas. En tal caso, el broker emisor dispone de una cartera de títulos propios para cubrir los títulos de esa venta frente al mercado. En tal caso, como el broker emisor está vendiendo títulos de su propia cartera, está recibiendo el importe integro de la venta., por ello, al realizar la operación bursátil de venta emite un contrato de CFDs a favor del inversor y con ello está convirtiendo el movimiento de las acciones vendidas en liquidaciones diarias por diferencias en la cuenta del citado inversor. Además, si este no cierra la posición al cierre diario de la sesión sino que mantiene su inversión (es decir sigue vendido o manteniendo su posición corta) el broker emisor ingresará en la cuenta del inversor, en concepto de intereses, la cantidad equivalente a [Euribor (12meses) –1,75%] / 365 días sobre el valor total de la posición vendida abierta a fin de sesión. Es decir dicha inversión estará devengando un pequeño interés adicional al inversor, al margen del posible beneficio o pérdida que pueda obtener con su inversión. Es decir, en las posiciones cortas (vendedoras ) el broker abona a favor del inversor el interés financiero obtenido como consecuencia de la operación de venta de títulos.

Los Contratos por Diferencias (CFDs) nos permiten, además, crear estrategias de inversión mediante coberturas parciales o totales de los títulos que el inversor tiene en cartera mediante posiciones largas y cortas a la vez.

Es necesario señalar que en casos muy excepcionales y circunstancias extremas, el broker emisor podría restringir la apertura de posiciones cortas de algún determinado valor, por ejemplo en el supuesto de no tener cartera propia de dicho valor suficiente para cubrir una venta masiva de dicho valor, así como en casos de OPAS, fusiones, etc, aunque la norma es que se pueda operar a la baja sin ningún tipo de problema, incluso en días de alta volatilidad de los mercados. Esto no significa que los inversores que tengan abiertas posiciones largas, es decir se hallen comprados, no vayan a poder vender. Todo inversor que teniendo abierta una posición larga podrá vender y cerrar la posición sin ningún tipo de restricción y al precio oficial negociado en el mercado continuo.


Liquidez de los Contratos por Diferencias (CFDs).

Entendemos por liquidez bursátil a la habilidad de un mercado de absorber cantidades razonables de acciones por la compra y por la venta sin incurrir en cambios drásticos en los precios de los valores. El título de una empresa que mantenga un alto volumen de negociación accionarial por jornada, en relación con su número total de acciones, tendrá una alta liquidez. Es por tanto un parámetro fundamental a la hora de llevar a cabo una inversión bursátil.

Un contrato por diferencia tiene la misma liquidez que su subyacente (títulos físicos o índices) en Bolsa. Por tanto, si invertimos mediante Contratos por Diferencias (CFDs) en acciones de gran liquidez, v.g. Telefónica, BBVA, SAN, ect, nos aseguraremos un producto de gran liquidez.

Liquidaciones diarias.

Los Contratos por Diferencias (CFDs) se liquidan diariamente, es decir, al cierre de cada sesión del mercado se abonan o cargan en cuenta a cada inversor los beneficios o pérdidas de su operación. Para su mejor compresión contemplemos el siguiente ejemplo:

Día 1: Compra de 100 acciones de Telefónica a 16 euros. El valor cierra a. 15, 98.

Día 2: No realizo ninguna operación. Telefónica cierra a 16,04.

Día 3: Vendo la mitad de mi posición en Telefónica a 16,05. Al cierre de la sesión está a 16, 10

Día 4: Cierro las 50 Telefónicas que me quedan a 16,07.

CON ACCIONES CON DFDs

Contrato 100 CFDs a 16 euros.

Día 1: Desembolso 100 x 16 = 1600 Euros Liquidación negativa de – 2 euros.

Garantías depositadas 159, 80 euros.

Liquidación positiva de + 6 euros.

Día 2: sin operaciones. Garantías depositadas de 160,40 euros.

Día 3: Ingreso 50 x 16,05 = 802, 50 euros Liquidación positiva de + 3,50 euros.

Garantías depositadas 80, 50 euros.

Día 4: Ingreso 50 x 16, 07 = 803, 50 euros Liquidación negativa de –1,50 euros

Sin garantías, pues he cerrado la posición.

Resultado total: 802,50 + 803,50 –1600 = + 6 euros -2 + 6+ 3,50 –1,50 = + 6 euros


. No tiene vencimientos.

A diferencia de los futuros sobre acciones, las opciones sobre acciones o de la operativa de crédito al mercado, los Contratos por Diferencias (CFDs) no tienen vencimiento. Consecuentemente, el precio del contrato por diferencia no se ve influido por el cálculo del valor al vencimiento, como en el caso de un contrato de futuros, ni por la pérdida del valor de la opción en el caso de opciones sobre acciones. El precio será el mismo que el de la acción al que va referenciado durante toda la vida de la operación. No es necesario por tanto “rolar” posiciones de un vencimiento a otro (como en el supuesto de los futuros) en caso de que se desee mantener una inversión durante un periodo largo de tiempo.


. Flexibilidad en la operativa.

Una característica importante de los Contratos por diferencias (CFDs) es su facilidad para comprar o vender bajo cualquier condición de mercado. Asimismo, podemos utilizar en la operativa cualquier tipo de orden, como si de una compra normal de acciones se tratase: a mercado, condicionada, limitada, con stop de pérdidas, ect.


CONTRATOS POR DIFERENCIAS (CFDs) Y REPARTO DE DIVIDENDOS O EMISIÓN DE DERECHOS EN UNA AMPLIACIÓN DE CAPITAL.

En el supuesto de reparto de dividendos, el inversor de Contratos por Diferencias (CFDs) mantiene todos los derechos económicos de la acción. Por ello, se le abonarán los dividendos correspondientes y también el importe que le corresponda del derecho de ampliación preferente en el supuesto de ampliación de capital.

Si, en cambio, su posición de mercado, en el momento del pago del dividendo es vendedora (corta), se le descontará por acción la cantidad a que asciende el dividendo.

La realización de una ampliación de capital por parte de una empresa supondría para el portador de posiciones compradoras sobre la misma, participar en la ampliación en idénticas condiciones que el resto de inversores. El abono en cuenta de las acciones se realizará en la fecha que se recoja en las condiciones de ampliación.

Contrariamente, al inversor que tenga abierta una posición corta (es decir, que se halle vendido), se le descontará el número de acciones correspondientes, según las condiciones de la ampliación.

Asimismo y, para terminar, debemos señalar que el inversor, poseedor de los Contratos por Diferencias (CFDs), al no ostentar físicamente los títulos en propiedad, no podrá utilizar los derechos políticos que dimanan de la acción, tales como el derecho a voto en las juntas de accionistas.


Fuente: abcbolsa

viernes, 23 de noviembre de 2007

Planes de futuro

Una de las principales cosas que debemos hacer para poder alcanzar la Independencia Económica, es tener un Plan.

Este plan tendrá que contener cuanto y cuando lo queremos tener. Después de trazar el plano, el siguiente paso es encontrar los medios para llegar a esa meta.

Deberíamos tener otros planes, por ejemplo el tradicional "plan b". Que tendría un nivel de riqueza más bajo, pero con lo suficiente para vivir sin tener que correr muchos riesgos.
Podríamos llamarlos Plan de Riqueza y Plan de Seguridad.


Plan de Seguridad

El Plan de Seguridad debería ser algo obligatorio, todo el mundo debería saber hacerlo. Se tendría que enseñar en el colegio, desde pequeños, para poder "aprender más fácilmente", ya que todavía no tendríamos ciertos vicios, la idea de trabajar por dinero aún no estaría tan enraizada, facilitando así la comprensión de hacer que el dinero trabaje para nosotros.

Sería un plan que cubriese nuestros gastos básicos, en caso de no poder trabajar, o generar más dinero. Una especie de pensión, pero sin tener que estar esperando, como siempre, que el Gobierno resuelva nuestros problemas.


Plan de Riqueza

Éste sería algo más elaborado. A todo el mundo le gustaría tener este plan, pero no todos están preparados ni dispuestos a seguirlo.

Para poner en práctica este plan debemos dejar algunas cosas atrás. En primer lugar el tipo de pensamiento del cuadrante E, el del empleado. Uno de sus principales problemas es el de trabajar para recibir nuestra nómina a final de mes. Quién está dispuesto a seguir el Plan de Riqueza, normalmente tiene que prescindir de esta "seguridad", y correr riesgos para ganar tanto como pueda imaginar.

Debemos trazar nuestro plan, pensar cuales son los activos más prometedores, los que parecen tener un mejor retorno. Para que funcione debemos saber todo sobre él. Obtener más información. Preguntar a los que más saben.

Teniendo en mente en todo momento la idea principal. Pensar cuanto queremos tener. Imaginarnos teniendo ese dinero. El pensamiento es el mayor motor para alcanzar nuestros objetivos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Supersorteo de 1.000.000 €

Acabo de descubrir una web que puede ser la solución final a mi proyecto, donde poder alcanzar nuestro objetivo de una sola vez: Supersorteo.com

Es una página web en la que los usuarios de forma gratuita pueden participar en el sorteo de 1 millón de euros todos los días, sólo por inscribirse!

Con Supersorteo.com hay muchísimas probabilidades de ganar premios. Además del megasorteo de 1 millón de euros diarios, también tenemos la oportunidad de ganar premios de 1.000 y 5 Euros.

Yo ya estoy inscrito, ¿y vosotros a que esperáis?

viernes, 2 de noviembre de 2007

Los 7 pecados capitales del inversor

Resumen general sobre ”Los 7 pecados capitales del inversor” de Michael Dowling y Brian Lucey.

1. Comprar y vender compulsivamente: Comprar y vender acciones cuesta dinero, según un estudio realizado por académicos de los EEUU, el 20% de los inversores particulares que más hacían trading en su cartera obtuvieron en el período de estudio una rentabilidad media del 11,4%. El 20% de los inversores individuales que dieron menos rotación a su cartera obtuvieron una rentabilidad media del 18,5%. Con esto podemos decir que las estrategias a largo plazo te pueden hacer ganar más dinero que las estrategias a corto plazo.

2. Invertir por apariencia: La apariencia no es nada, los beneficios son algo y el cash flow lo es todo. Invertir simplemente porque una empresa es conocida o te gusta no es el camino seguro para el éxito. No hay que seguir las modas. Lo que cuenta son los estados financieros y los fundamentales del valor.

3. Seguir a las masas: Sólo existe un número limitado de acciones de una compañía, si todo el mundo quiere comprarlas, entonces las acciones subirán de precio. La envida por la rentabilidad que están consiguiendo los demás puede ser uno de los motores más potentes para crear burbujas. Comprar algo por encima de su valor fundamental no representa ningún problema si existe otro inversor que te lo compra más tarde, el problema se centra en que es bastante complicado saber si tu no serás el último en comprar.

4. No Diversificar: El pecado capital por excelencia. Uno de los pecados más comunes es el de invertir todo el dinero en 1 o 2 acciones. El principio es sencillo, mediante la diversificación puedes atenuar el riesgo de tu cartera.

5. Orgullo: La naturaleza humana es reticente a reconocer sus errores. A los inversores les suele costar comprender que han competido un error y suelen evitar vender en pérdidas. Cuando cae la cotización de una acción en la que hemos invertido solemos ser reacios a vender en pérdidas esperando que con el tiempo la acción se recupere e ignorando las señales de alarma y las noticias que nos pueden estar indicando que nunca más volverá a alcanzar el precio de compra. La idea es: “Prefiero vender ahora que pierdo poco que mañana que perderé mucho”.

6. Seguir la tendencia en precio de las acciones: Es un clásico para muchos inversores tratar de determinar el precio futuro de las acciones basándose en la historia reciente de la cotización de la acción. Parece que hay estudios empíricos que demuestran que hasta el día de hoy no existe ninguna técnica que basándose en la tendencia de una acción permita al inversor obtener rentabilidades superiores al mercado. Este pecado nos dice a grandes rasgos, que es más importante el análisis fundamental que el análisis técnico para basarte en comprar o vender acciones.

7. Ignorar las lecciones de la historia: La memoria de los inversores suele ser bastante corta, y ya se sabe, aquel que no aprende se sus errores suele repetirlos. Es por esto por lo que las burbujas financieras. Sean realizado estudios sobre la aparición de las nuevas industrias que en sus respectivas épocas tenían un gran futuro y potencial (ferrocarril, aviación, electrónica, internet) y realmente sólo un puñado de las empresas cotizadas en estos sectores han tenido a largo plazo un buen comportamiento, pues acertar en plena burbuja que empresas serán las ganadoras es una tarea bastante complicada.

Fuente: AprenderBolsa


Artículos relacionados:
El Zorro, la Ardilla y los Dividendos